Polaris
Estamos en 1992, una de las protagonistas (Karen Baldwin) es la directora de un Hotel muy especial. Un Hotel en órbita para turistas con alto, altísimo, poder adquisitivo.
El Hotel es una estación espacial circular clásica que hemos visto en otras obras de Ciencia Ficción.
Este diseño de estación o nave espacial se remonta a los albores de la cosmonáutica. Ya el pionero Konstantin Tsiolkovsky jugó con la idea de dotar de gravedad artificial a sus diseños. Aunque su idea no se basara en un diseño circular añadió un movimiento de rotación para que en el interior de «su bala cósmica» hubiera gravedad artificial en los extremos más alejados del centro.
En 1896 Konstantin Tsiolkovsky comenzó a escribir un libro titulado «Más allá del Planeta Tierra» («Вне Земли«) que a la postre conformaría un relato de ciencia ficción en el que fue desarrollando sus ideas de cómo serían los viajes espaciales (no se publicaría hasta 1920).
Tsiolkovsky anticipó antes que nadie los problemas causados por las largas permanencias en ingravidez en el espacio (como la pérdida de masa muscular de los astronautas) e incluso aportó una solución paliativa. Esa solución no es otra que la gravedad artificial que podría producirse si se hacía rotar la nave.
La nave de Tsiolkovsky era una nave cilíndrica, de 100 metros de longitud y 4 metros de diámetro que rotaba alrededor de su eje central a una velocidad de entre 1 y 10 metros por segundo en los extremos del cilindro (generada por una velocidad angular de entre 0,2 y 2,0 rotaciones por minuto). Calculó la gravedad que sentirían los astronautas (luego veremos cómo) y la estimó entre 0,002 y 0,2 veces la gravedad terrestre.
En 1903 Tsiolkovsky describió una nueva nave con rotación para dotarla de gravedad artificial. Aunque no hizo ningún dibujo al respecto, el historiador John Logsdon y George Butler plasmaron su diseño en este dibujo en un documento de NASA los años 70 (Pueden verse los habitáculos para las personas y un gran jardín de árboles para la generación autosuficiente de oxígeno para los tripulantes).
Aunque el término «estación espacial» hay que atribuírselo a otro de los grandes pioneros de la astronáutica, Hermann Oberth. Oberth, en su libro «Cohetes en el espacio interplanetario» de 1923, describe un tipo de nave espacial que actuaría como lugar de atraque para naves más pequeñas que realizarían los trayectos de subida y bajada de la órbita y que podían construirse por segmentos.
Ni Tsiolkovsky ni Oberth hubieran pensado en construir una estación espacial cuya finalidad principal fuera ser un hotel recreativo como vemos en la serie.
La idea de que en una nave en rotación se genere gravedad artificial puede que sea conocida gracias a las películas pero… ¿sabes realmente por qué se genera?
La propia Margo (Administradora de la NASA en la serie) nos lo explica en esta pastilla de ciencia y tecnología que publicaron con el primer episodio de la tercera temporada.
Pero a mi esta explicación me sabe a poco. Así que vamos a ver por qué no flotan los pasajeros de la estación espacial y luego veremos qué escenas del episodio no son realistas.