Este mes de Marzo de 2023 se celebra el centenario de la visita de Albert Einstein a España.
¿Cómo acabó el físico alemán recalando en un país en el que la ciencia siempre ha sido una olvidada (sobre todo en los presupuestos)?
Debemos remontarnos unos años antes de su visita.
En Abril de 1920, el matemático Julio Rey Pastor invitó al físico alemán a visitar España y a dar una serie de conferencias en Madrid y Barcelona. Pero aunque Einstein mostró interés por aceptar la invitación no llegó a materializarse ningún compromiso de realizar el viaje.
Carta de invitación de Julio Rey Pastor a Albert Einstein
Leipzig, 22 Abril 1920
Prof. Dr. Einstein
Estimado profesor!
Como os informé durante mi visita, he dado aviso al Institut d’estudis Catalans, y a la Junta para ampliación de estudios de Madrid, (los dos institutos de cultura superior e investigaciones científicas más importantes de España). que no se puede descartar que nos honre con su visita por invitación nuestra.
La Diputació de Cataluña me cablegrafió y debo informarle inmediatamente de su invitación, antes de que reciba la calificación oficial, para dar unas conferencias en el Institut d’estudis de Barcelona.
Usted es libre de elegir la hora, el tema y el número de conferencias, si es tan amable de aceptar esta invitación.
Para sus gastos de viaje, alojamiento, etc., la diputación dispone de la suma de 3000 pts.
Espero recibir la respuesta favorable de la Junta para Ampliación de Estudios de Madrid en los próximos días, ya que el propio ministro está tratando el asunto con el mayor interés.
Entonces podría realizar ambos ciclos de conferencias o conferencias en Barcelona y Madrid en un tiempo más corto.
Ya les he señalado a ambos Institutos lo difícil que les resulta dejar sus ocupaciones, pero esperamos que puedan hacerlo y su visita sea una especial deuda de gratitud con la cultura española.
Espero respuesta y respetuosamente
J. Rey Pastor
La respuesta del físico está fechada el 3 de Junio del mismo año:
Y cabe destacar el siguiente párrafo donde Albert Einstein deja sus condiciones de aceptación bien claras (y recordad estas palabras):
Respuesta de Albert Einstein a Julio Rey Pastor.
Aceptaré su invitación con la condición de que limite mis conferencias al área de la ciencia y de que me pueda valer de dibujos y fórmulas matemáticas. Dada mi total incapacidad para hablar español y mi deficiente conocimiento del francés, sería incapaz de presentar mis conferencias si sólo tuviera que valerme de palabras. El alemán es el único idioma en el que puedo hablar inteligiblemente acerca de mi teoría.
Le comunico que espero con placer verlo a usted de nuevo y conocer por mi mismo su hermoso país.
Un año más tarde, en Julio de 1921, de nuevo otro matemático Esteban Terradas é Illa invitó a Einstein para que diera unas lecciones magistrales en la Universidad de Barcelona en el marco del curso académico 1921-1922. En esta ocasión Einstein declinó la invitación pues ya tenía en mente su gran «tournée» mundial de 1922-1923 que le llevaría a dar la vuelta al mundo.
La gran tournée que casi haría palidecer la de Phileas Fogg fue un extenuante viaje a través de Shangai, Japón, Palestina y España.
Einstein partió en tren de Jerusalem (entonces bajo protectorado británico) el 14 de Febrero de 1923 con destino a Port Said (Egipto). El 16 de Febrero embarcó en el Ormuz y navegó durante 3 días hasta Toulon (Francia) donde ya tomó un tren hasta Barcelona donde llegó el día 22 de Febrero de 1923.
Me voy a saltar la fría acogida de Barcelona (el sabio no había avisado de su llegada) y la tumultuosa visita en Madrid. Que no digo que no sean importantes pero no es el objetivo de esta historia ya que vamos a detallar la visita inesperada a Zaragoza.
Visita a Zaragoza
La visita de Einstein a Zaragoza se gestó el 1 de Marzo de 1923. Y el motivo es la afortunada coincidencia que hace que Madrid y Barcelona se encuentren a la misma distancia (más o menos) del centro del Universo (lo siento Bilbao, perdisteis ese título cuando dejasteis pasar a Einstein).
El rápido (lo que viene a ser un tren de la época para que lo sepan las nuevas generaciones) de Barcelona a Madrid realizaba una parada técnica en Zaragoza. Ese fue el momento en el que el catedrático de Física D. Jerónimo Vecino Varona, y los catedráticos de Matemáticas José Ríus y Casas acompañados del químico Casimiro Lana Sarrate (que convenientemente hablaba un perfecto alemán) aprovecharon para convencer a Einstein de que parase en Zaragoza a la vuelta de su viaje de Madrid.

El 1 de Marzo una escena similar se debió vivir en la estación de Campo Sepulcro de Zaragoza con el doctor Jerónimo Vecino.
En la comitiva que «interceptó» a Einstein en el tren hay que resaltar a Casimiro Lana Sarrate. Nacido en la monegrina localidad de Sariñena se licenció en Ciencias Químicas en la Universidad de Zaragoza y se doctoró en la Universidad de Madrid. Gracias a su impecable expediente (Fue premio extraordinario) consiguió una beca para ampliación de estudios en Leipzig y Berlín.
La fortuna en Berlín hizo que su residencia universitaria en Berlín fuera en el laboratorio en el que se encontraba Albert Einstein (acababa de trasladarse desde Zurich).
Casimiro allí no solo fue un alumno aventajado del sabio sino que también fue su amigo. E incluso fue profesor de Einstein. Gracias a sus enseñanzas, el científico alemán «se convirtió en un virtuoso» de la navegación a vela. Esta afición acompañó a Einstein toda su vida.

Einstein acepta la escala de un día en Zaragoza (que luego se alargaría)
Y así, el 7 de Marzo se recibió un escueto telegrama con la noticia de que sí, que aceptaba la invitación y que recalaría en Zaragoza.
«Llego rápido Lunes 12«
Texto del telegrama enviado por Einstein desde Madrid para confirmar su visita

Lo de la colecta entre estudiantes españoles para conseguir fondos para los estudiantes alemanes, faltos de recursos, hoy puede parecernos una coña. Lo de que hay que invitar a los señores catedráticos a que apoquinen pasta es algo que sigue ocurriendo hoy día.
El 9 de Marzo de 1923, el periódico El Noticiero de Zaragoza en una nota a 3 columnas de una de sus páginas centrales sobre la estancia en Madrid del insigne visitante añade un pequeño párrafo que os dejo aquí.
El sábado 10 de Marzo de nuevo una breve nota anuncia que el lunes siguiente
Llegada a Zaragoza
Einstein llegó a Zaragoza el lunes 12 de Marzo de 1923 a las 15:00 y fue recibido por una delegación de la Universidad de Zaragoza encabezada por el Dr. Vecino. Le acompañaban el rector Ricardo Royo-Villanova, el secretario general, Inocencio Jiménez, el químico Antonio de Gregorio-Rocasolano que en ese momento era la estrella de la Universidad de Zaragoza y varios profesores de la facultad de medicina. Así mismo ahí estaban el cónsul alemán, Gustav Freudenthal y su hija y el alcalde de la ciudad, Sr. Fernández.
Dado que en esa época había pocos vehículos públicos, el alcalde cedió su automóvil para trasladar a Einstein y su mujer, Elsa, al Hotel Universo-Cuatro Naciones, el mejor y más grande de la ciudad, situado en lo que hoy sería la Calle Don Jaime I, 52.
Un hotel que incluso tenía ascensor eléctrico. Imagino a Einstein diciendo al ascensorista que dejara en caída libre la cabina para que sintiera la sensación que a él le llevó a formular su teoría de la Relatividad General.
La sociedad maña tuvo la oportunidad de prepararse para la conferencia que Einstein tenía previsto impartir gracias a uno de los libreros zaragozanos que recopiló una bibliografía «relativa a la relatividad» (permitidme el fácil juego de palabras). En la librería de Cecilio Gasca se seleccionaron una serie de textos en un plazo récord y estuvieron a disposición de los zaragozanos justo antes de la visita del sabio alemán. Y qué mejor idea que publicitarlo justo al lado del artículo donde se anunciaba las conferencias

El Noticiero. 13 de Marzo de 1923.
El penúltimo libro de la selección merece una mención especial. Por cinco pesetas podías adquirir lo que hoy consideraríamos un libro de divulgación científica que ponía «al alcance de todos» la teoría de la relatividad.
El libro era una traducción al castellano del clásico original de Einstein realizada por Fernando Lorente de Nó que fue un matemático e ingeniero que trabajó en el laboratorio de Rey Pastor (que fue el primer instigador de la visita de Einstein a España como comenté al principio)

Einstein impartió dos conferencias en Zaragoza. En ambas usó el francés (a pesar de haber dicho a Rey Pastor que era incapaz de expresarse eficientemente en ese idioma.
Primera conferencia
La primera de las conferencias se celebró el 12 de Marzo a las 18:00 en la Facultad de Medicina y Ciencias (el actual paraninfo). La conferencia versó sobre relatividad especial y la plaza estaba a rebosar.
Con esta descripción del físico comenzaba la nota de prensa de El Noticiero (Puedes ver el artículo completo aquí):
«Este hombre de pelos alborotados y de mirada enigmática que no se marea con las integrales, que toca el violín, que lee el Quijote y que se llama Alberto Einstein, es la obsesión de los españoles durante los momentos presentes.
C. Sánchez Peguero. El Noticiero. Edición de 13 de Marzo de 1923
Casi nadie entiende sus famosas teorías; pero todos hablan de relatividad y del físico artista. Los estrategas de café y del ii-números en los mármoles y mueven los terrones de azúcar para dar idea de lo que es un sistema «inercial»; la prensa, llena columnas y columnas con síntesis disparatadas y horriblemente desprestigiadoras para las armonías relativistas; los dibujantes y escritores festivos derrochan donaire y buen humor en torno de las curvas y del espacio einsteianos; la plaza de «generalizadores» que nunca falta en ninguna latitud, tiende a hacer de la relatividad la panacea del saber universal que lomismo resuelve los problemas del mundo interatómico que plantea las más «graves cuestiones» de la turomaquia; y… hasta en la tertulia aldeana de la rebotica mugrienta donde el vicario, el médico y el alcalde juegan al tresillo, se habla del portento, ya considerándolo como una corroboración de algo que vislumbró el teólogo tal, ya opinando que no se trata sino de unos cuántos «camelos» formados al aplicar un cálculo inútil a lo que un librito olvidado e insignificante del antiguo catedrático de Física, decía en la línea tantas del capítulo cuál».
La presentación de Einstein corrió a cargo del mayor promotor de la visita, el profesor Jerónimo Vecino que se dirigió en francés a los asistentes.

Einstein en su discurso (realizado en francés) hace ver que su relatividad nada tiene que ver con el relativismo filosófico. Comienza exponiendo qué es un Sistema de referencia, de la mecánica de Galileo y Newton y de la idea de sistema de referencia inercial. Habla de los experimentos de Michelson (precisamente hablé aquí de este experimento) y de las transformaciones de Lorentz y de las cuatro dimensiones del espacio-tiempo (cuatro valores que determinan la ubicación de cualquier fenómeno físico).
Pone de manifiesto una aparente contradicción: La relatividad se desarrolla del principio de considerar absoluta una constante de la naturaleza (la velocidad de la luz en el vacío es la misma para cualquier observador ubicado en cualquier sistema de referencia).
Tras la conferencia, Lorenzo Pardo, secretario de la Academia de Ciencias Exactas de Zaragoza, le otorgó el diploma de pertenencia a dicha institución.

Tras la conferencia se celebró una cena de honor en la residencia del cónsul alemán en Zaragoza que estaba cerca de la actual Plaza de España. Allí Einstein, acompañado al piano, deleitó a los asistentes con los sonidos de su violín durante la velada posterior a la cena..

© GAZA
Segunda conferencia
El 13 de Marzo estaba prevista la segunda conferencia en Zaragoza a la 11:30 porque tenía previsto seguir el viaje a Bilbao donde la Sociedad de Estudios vascos había organizado un nuevo evento.
Pero Einstein canceló la conferencia de Bilbao. ¿Por qué lo hizo? Quizás el carácter jovial y noble de los maños le sedujo y quiso permanecer un día más en nuestra ciudad. El caso es que esa decisión permitió a Albert Einstein retrasar la conferencia prevista a las 18:00 y ganar tiempo para darse una «vueltecica» por Zaragoza.
Como un turista más recorrió la Basílica-Catedral del Pilar, la Catedral de La Seo (el cual produjo una fuerte impresión en el alemán), la Lonja y el Palacio de la Aljafería. Incluso realizó un paseo por la huerta de la ribera del Ebro.

A las 13:00 fue al Casino Mercantil para almorzar con un distinguido grupo de profesores y alumnos de la Academia de Ciencias.
No se sabe (o yo al menos no lo he encontrado) el menú con que se agasajo a los Einstein en Zaragoza. Pero dado el socarrón humor maño bien podría haber sido parecido al que se le ofreció unos días antes en Barcelona. Una de sus noches barcelonesas fue invitado por Rafael Campanals a cenar en su casa en el número 118 de la callé Roselló. La carta escrita en latín con letra gótica encierra un acertijo en cada plato que para resolver es necesario ser un auténtico polímata. Intenta resolverlo sin ir a la fuente que he dejado en el pie de foto.

Fuente
Creo que se va a celebrar una cena en el Casino Mercantil con el mismo menú de hace 100 año. No creo que me inviten.

© GAZA
Y en los postres vinieron los discursos. Como instigador de la comida en el Casino, Domingo Miral (filólogo reputado) dio el típico discurso de agradecimiento. Su discurso fue replicado por Albert Einstein con las palabras que componen el título de esta entrada:
«… hasta el momento actual, solo en Zaragoza había percibido las palpitaciones del alma española.»
El Heraldo de Aragon, 14 March 1923
“… en Barcelona y en Madrid había gustado el encanto de nuestro Arte que tan bien expresa nuestra personalidad pero que era en Zaragoza donde admirando los monumentos arquitectónicos, había encontrado una expresión más robusta y elocuente de nuestra fisonomía regional”
El Noticiero, 14 March 1923
Ya por la tarde, a las 18:15 (con quince minutos de retraso sobre el horario previsto), en la Facultad de Ciencias y ante un público más reducido que el día anterior, Einstein disertó sobre «Espacio y Tiempo». La relatividad General explicada por su autor en la Facultad de Ciencias donde yo cursé mis estudios. Casi me pena no haber nacido antes para disfrutar ese momento.
Einstein remarcó el carácter geométrico de su teoría y detalló las evidencias experimentales que hasta la fecha que sustentaban sus ideas y que él había propuesto como sucesos que quedaban fuera de la teoría Newtoniana (avance del perihelio de Mercurio y curvado de los rayos de luz emitida por estrellas lejanas al pasar cerca de un campo gravitatorio intenso somo el del sol. La tercera evidencia (ensanchamiento de las rayas espectrales por el campo gravitatorio quedaba fuera de la tecnología de la época. Ya no digamos la verificación de las perturbaciones del espacio-tiempo (ondas gravitacionales) que incluso el propio Einstein creía que nunca podrían observarse. Se equivocó.
Einstein incluso comentó sus intentos en ese momento de unificación de la electricidad y la gravedad. Pasó el resto de su vida intentándolo pero sin éxito.
No ha quedado registro de la charla pronunciada por Einstein en la Facultad pero esta frase en la nota de prensa del día siguiente en el Noticiero (puedes ver el artículo original completo aquí):
«Si suponemos un disco en rotación, los puntos colocados a distinta distancia del centro están sometidos a sentidos de gravitación diferentes. La fórmula C = 𝞹 r2 ya no se verifica porque no se encuentra 𝞹«.
El Noticiero. 14 de Marzo de 1923
Me hace creer que Einstein comentó la paradoja de Ehrenfest. Seguro que no has oído hablar de ella.
La paradoja viene a decir que la relación entre diámetro y circunferencia de un cilindro giratorio no es la que te enseñaron en el colegio. Seguro que has respondido que la relación es 𝞹.
Para un observador ubicado en el centro del disco y que gira con él (el Einstein maño de la derecha) esa relación es 𝞹.
Pero para un observador sobre el disco y que no gira con él (el Einstein maño de la izquierda colgado de un cable del techo) mide una relación distinta para el cociente entre circunferencia y diámetro. Es más, mediría una relación distinta para distintas circunferencias sobre la base del cilindro dependiendo de la distancia al centro. La contracción de Lorentz afecta a la medida de la circunferencia pero no a la medida del radio ya que éste es perpendicular a la velocidad del movimiento.

Tras la conferencia de nuevo se entregan nuevos títulos académicos al alemán. ¡Y piropos!:
«Se ha dicho que para entenderos es necesario leeros a vos mismo, pero es mejor escucharos porque el contorno de vuestra cabeza vestida de artística cabellera y animada por una mirada de tan luminosa serenidad ayuda a la comprensión»
Dr. Royo Villanova, Rector de la Universidad de Zaragoza.
El Noticiero 15 de Marzo de 1923
Y tras este piropo, el rector se vino arriba y pronunció las siguientes palabras
«La Universidad conservará como recuerdo imperecedero esos dibujos que habéis trazado en vuestra explicación. Dejadnos creer que existe aún algo infinito y de absoluto en el tiempo y en el espacio para que quepa lo inmenso y lo perenne de nuestra gratitud«.
Dr. Royo Villanova, Rector de la Universidad de Zaragoza.
El Noticiero 15 de Marzo de 1923
¿Recuerdas lo que leíste al principio del texto y te dije que lo recordaras? Te doy una pista.
Una de las condiciones para aceptar la invitación de Rey Pastor era la de poder tener una pizarra para «valerse de dibujos y escribir fórmulas matemáticas». Einstein dibujo en la Facultad de Zaragoza unas ecuaciones preciosas, sin duda.
Este es el origen del mito de la pizarra con los dibujos de tiza de Einstein que se perdió en los sótanos de la facultad de Ciencias de Zaragoza o acabó destrozada en la guerra civil o simplemente borrada por algún estudiante en alguna de las Aperturas Paralelas que celebrábamos los aspirantes a físicos de Zaragoza (lo de las aperturas paralelas es algo que merece una entrada propia.
Por la noche nuevo banquete en la residencia del consulado alemán.
Y como la jornada les pareció poco intensa todavía se escapó con Vecino y el cónsul alemán al teatro Principal a disfrutar de una zarzuela, «La viejecita».
No tengo dudas ni tampoco pruebas que tras la representación del Teatro Principal se pasaron por El Plata, cabaret donde seguro que se marcó unos bailes con las vedettes de la época. (Esto es pura imaginación, que conste).
Cumpleaños en Zaragoza
Al día siguiente Einstein celebraba su 44 cumpleaños. 14 de Marzo (3/14 para los norteamericanos, día de 𝞹).
Aún tuvo tiempo para acudir al laboratorio de Rocasolano para observar los experimentos sobre el movimiento browniano en coloides que el físico estaba llevando a cabo. El interés por el movimiento browniano le venía de lejos a Einstein. Fue el segundo de los artículos de su Annus Mirabilis, 1905.
Solo en Zaragoza pudo un científico español dirigirse a un programa de investigación Einsteniano, si bien no perteneciente a la relatividad.
Einstein y los españoles. Thomas Glick

Imagen publicada por Antonio Ríus en la revista del Centre de Lectura de Reus
Tras toda la mañana en el laboratorio y un paseo por algunas aulas de la Facultad volvió a comer al hotel Universo donde, casualmente, estaba hospedado un pianista alemán, Emil Sauer. Cambiaron las salchichas alemanas por longaniza de Graus y la cerveza alemana por una buena Ámbar (de esto tampoco hay evidencias).
Durante el postre se acercó una rondalla aragonesa y rindieron honores con unas jotas que consiguieron emocionar al sabip òr la «briosidad» del baile.
Hasta 2023 no teníamos ningún testimonio gráfico de la despedida jotera de Zaragoza.
Pero ¡Oh, milagro! para la exposición del centenario de la visita se ha reunido diverso material inédito entre los que se encuentra la fotografía que anexo donde podemos ver a la pequeña cantadora, que entusiasmó a Einstein con su arte, sentada en sus rodillas.
He de decir que cuando entré en la sala de la antigua Facultad de Medicina (actual Paraninfo) y vi esa foto casi me caigo de espaldas, Mi más sincera enhorabuena a quien haya conseguido la misma. Ya solo nos falta la pizarra y el violín que regaló Einstein en Zaragoza.

Tras estos dos días (y algunas horas) intensos en la inmortal ciudad de Zaragoza, Albert y Elsa tomaron el rápido hacia Barcelona de camino a Zurich (aunque en alguna prensa de la época indica que fue a Bilbao, el destino primero para su regreso a Alemania).
¿Texto de las conferencias de Einstein en Zaragoza?
Lamentablemente no hay fotografías, ni transcripción de las conferencias que Einstein dio en Zaragoza. Pero vamos a ser optimistas y pensemos que Einstein reutilizó las conferencias que dio en Madrid y en Barcelona. No es una hipótesis descabellada ya que también usó el francés en dichas exposiciones. E incluso algunos de los comentarios de los artículos de el Heraldo de Aragón y El Noticario hacen referencia a párrafos de estos textos.
En Madrid hubo un testigo de excepción, Tomás Rodriguez Bachiller, que tomó apuntes de las charlas y las transcribió en tres artículos consecutivos (4, 6 y 8 de Marzo) para el periódico El Debate.
Puedes leerlas aquí.
«Cuanto hoy hemos dicho no es más que una consecuencia inmediata de dos principios: el de relatividad restringida y el de la constancia de la velocidad de la luz en el vacío.»
Con esta frase terminó Albert Einstein su primera conferencia
5 de Marzo de 1923

Foto de 1925 (un par de años después de su visita a Zaragoza)
Nos quedamos sin pizarra pero si te acercas al Paraninfo de la Universidad de Zaragoza podrás ver una foto realizada por Gustav Freudenthal, cónsul alemán en Zaragoza en 1923, y dedicada por el mismo Einstein.


Mi número de Einstein
Seguramente habéis oído hablar del número de Bacon. Es una variación de la teoría de los seis grados de separación, que dice que una persona está conectada con cualquier otra en el mundo por un máximo de seis conexiones.
Mi número de Einstein es 2.
Puede que no te lo creas pero lo voy a demostrar.
Yo cursé los estudios de Ciencias Físicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza. En dos asignaturas (Métodos matemáticos de la Física II y Mecánica cuántica) tuve como profesor al catedrático Luis Joaquín Boya Balet.
Luis Joaquín Boya Balet es hijo de Luis Boya Saura, funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos.
Luis Boya Saura, estudiante en la Zaragoza de 1923 presenció la segunda conferencia de Albert Einstein en Zaragoza.
Lo dicho: 2 personas me separan del padre de la relatividad.
Y aún hay una anécdota que gravitatoriamente me relaciona con el físico de Ulm.
Zaragoza, años 80. Tras salir de un examen donde la geometría no euclídea aplanaba cualquier mente (o quizás fueron las cervezas de después por la zona de la Universidad). Bien entrada la madrugada nos entró una duda importante sobre el tensor de Riemman (o quizás fue el de Ricci). Así que para resolver la duda buscamos una cabina telefónica (supongo que sabéis qué es) y decidimos llamara al Luis Joaquín para que nos la aclarara.
> Ring...ring...ring...
> ¿Sí? ¿Digame?
> (Con un acento definitivamente gallego) Sr. Boya ¿La curvatura es macho u hembra?
> {Silencio} ...
> ¿La curvatura es macho u hembra?
> Indubitablemente, hembra. {Cuelgue brusco de la comunicación}
Afortunadamente en aquella época no se identificaba al número llamante pero si se hubiera asomado a su balcón hubiera visto a un grupo de sus alumnos y alumnas amontonados en la cabina telefónica enfrente de su casa. La juventud nos hace inconscientes (o sería la cerveza).
Leyendo periódicos viejos
La gran mayoría de los artículos de prensa usado en esta entrada fueron recogidos en una visita a la biblioteca pública de Zaragoza en la calle Dr. Cerrada. La prensa está disponible en un rollo de película fotográfica y dispone de un scanner para leerlo.
Muy posiblemente no hay nada en esta entrada que sea original. Simplemente me he entretenido en recopilarlo para dejar enlaces y referencias y que dentro de otros cien años alguien con un poco de interés pueda encontrarlo con facilidad.
Bibliografía
- Gran Archivo Zaragoza Antigua Photostream (GAZA).
- Albert Einstein. Su vida, su obra y su mundo. José Manuel Sánchez Ron. Planeta (2015). ISBN: 978-84-9892-897-6
- Einstein en España. Varios autores. Publicaciones de la Residencia de Estudiantes (2005). ISBN:86-95078-34-1
- Einstein y los españoles. Thomas Glick. Alianza Editorial. ISBN: 978-84-2062-466-2
- The collected papers of Albert Einstein. Universidad de Princeton.
- Hemeroteca Ayuntamiento de Zaragoza.